viernes, 18 de abril de 2014

La primera vez.

La primera vez que los vi en persona, parecían muñequitos. No sé por qué, pero me los esperaba un poco más altos y no tan delgaditos.

 Sí, gané un concurso para conocerles en la radio cuando vinieron a Tenerife, hace ya un año, abril de 2013. Antes, les había visto en los premios 40 Principales en enero de ese año, pero no pude acercarme, simplemente encima del escenario, pero eso ya os lo contaré algún día.


Cuando comenzamos a subir las escaleras Sara y yo, la incertidumbre se apoderaba de nosotras. Estábamos a punto de cumplir un sueño, y aunque no aprovechamos del todo la oportunidad por los malditos nervios, fue una experiencia increíble. Es cierto que en algunas ocasiones me sentí un poco fuera de lugar porque todas las que estaban allí eran niñas de 13-14 años, pero sabemos que para ser fan de alguien no hay una edad establecida, así que no le di muchas vueltas.


Los de la radio no paraban de grabar vídeos, hacernos preguntas y vacilar con nosotras, hasta que por fin llegaron. Recuerdo que Blas fue el primero en saludarnos desde la recepción. Todas gritaron. Yo quería salir corriendo. Nos saludaron y pasamos un rato agradable mientras escuchábamos la entrevista. Me parecieron tan simpáticos y humildes, que me encantaron más todavía. Las miradas de Álvaro, las sonrisas de David, las tonterías de Dani, la risa de Carlos, la templanza de Blas... No sé, algo dentro de mi me dijo que valía la pena formar parte de todo esto. Incluso aguantando las coñas de Carlos que, cuando dije que me acordaba de las veces que Dani había venido a Canarias de pequeño, me llamó mentirosa porque no había nacido, y de la chica de la radio, que delante de todos me coronó como la más seria. No pude ruborizarme más.


Luego nos pasaron a otra sala mientras ellos se hacían fotos y hablaban con los directores de la radios. Debe ser que estábamos distraídas porque entraron, se colocaron a nuestro lado y no nos enteramos. Grabaron algunos saludos, mil veces por culpa de David que no podía ponerse serio el muy capullo, y nos dieron un rato para hacernos fotos y hablar con ellos.


 Sinceramente, no les dije nada. No podía. Pero si tengo un momento grabado fue cuando Sara y yo nos íbamos a ir para poder hacer cola en la firma de discos que harían después; mientras el resto se hacía fotos con las demás chicas, Blas estaba en el sofá pensativo y solo, observando el disco. Nos miramos y le pedimos un abrazo. No sé, fue un momento tierno que nos hizo reflexionar y sentirnos culpables ¿por qué era el que menos seguidoras tenía si era el que mejor cantaba? Tanto ella como yo, nos habíamos hecho únicamente una foto individual, con nuestros favoritos, y casualmente había sido Blas el que sostenía la cámara. Entre los nervios y la timidez, no nos dimos cuenta de lo tontas que habíamos sido.


Solo nos despedimos de él, pues escuchamos que Almudena y Magí hablaban de la prueba de sonido así que, como no quedaba muy cerca el centro comercial, nos fuimos para llegar a tiempo. ¿Qué pasó luego? Pues eso ya os lo contaré en la siguiente entrada, pero sin duda, esta primera vez en la radio y con ellos fue lo más desastroso e increíble que he vivido.

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