miércoles, 25 de junio de 2014

Primera vez, segunda parte.

Como dije en una de las anteriores entradas, la primera vez que vi a los chicos no actué abiertamente, pues los nervios no me dejaron. Pero por la tarde tocaba firma, y ese momento os digo que lo aproveché al máximo.

Llegamos sudando y apestando (vaya carrera) al centro comercial, y para nuestra sorpresa, apenas había cola. Decidimos pedirnos algo de comer en el McDonalds, lo típico. Pero para nuestra desgracia, no hubo prueba de sonido temprano, como había cuchicheado Magí con Almudena. Vamos, que nos pegamos la carrera por gusto. Yo no sabía si reír o llorar.

Y tras esperar y esperar y esperar, llegaron: MALDITO HORARIO AURYN. Cantaron; nos contaron cosas; respondieron preguntas (¿Por qué siempre hay una mojabragas que les pide el whatsapp? ¿De verdad cree que se lo dará? ¿Y la típica madre que les dice que los quiere de yernos? ¿Piensa que se enamorarán en serio de su hija poco agraciada?). Incluso se atrevieron a hacerse bromas entre ellos, muy típico. Y por fin empezaba la firma, una firma perfectamente mal organizada. La gente, con dos cojones, se colaba delante de mis narices. Y yo, que había sido de las primeras en llegar, subí cuando llevaban como media hora firmando. ¿Cómo pasó? Ni idea, pero en mi vida vuelvo a dejar pasar a niñas pequeñas, que me dolían ya los brazos de estar aguantando el "regalo"... Chocolate, chupetes y una carta que en sus vidas habrán leído, pero no pasa nada, la caja molaba (era de los chinos chicos, lo siento, aunque supongo que Carlos lo sabía, porque acabó pintándola).

Cuando nos tocaba subir no estaba ni nerviosa. Solo pensaba en cumplir mi objetivo: aprovechar el momento y darles las gracias. Y vamos que si lo hice. Pasamos y enseguida Magí comenzó a meternos prisa con la maldita foto. Sí, nos hizo la foto cuando ni siquiera habíamos saludado a los chicos. No me dejó ni colocarme (casi llego hasta Álvaro, casi, pero no había espacio).



Al primero que saludé fue a Carlos, le di las gracias por lo que había pasado esa mañana y dos besos. Estaba simpático oye, a pesar de tener una cara de enfermo horrible. Luego Álvaro, le di un Nestea (si, le encanta, o encantaba, y bien que me lo agradeció y luego se lo llevó en la mano, JÁ) y un abrazo. Es lo más cuqui que existe en este mundo. Volví para atrás y le di los dos besos a Blas, que estaba ya muerto el pobre. Luego David, muy breve y simpático como siempre. Al final, cuando ya escuchaba eso de "chicas, tenéis que bajar ya", el saludo a Dani. Y el sobre con un recorte de la primera vez que vino a Tenerife, allá por 2007. Lo reconozco, Almudena tuvo que insistir muchísimo para que bajase, pero lo conseguí.

Si es cierto que fue un día un poco caótico, pero al ser la primera vez lo viví de manera muy intensa y me fijé en todos los detalles. Fue emocionante, raro, no se, genial. Creo que siempre recordaré ese día con mucho cariño, aunque al final pasasen un mal trago por culpa de la gente maleducada que no entiende que ellos no deciden cuando acabar una firma, sino que se marchan cuando les obligan. El 9 de abril será siempre un día especial.

¿Cuál sigue siendo tu fecha especial desde que eres auryner? Puedes contármelo en los comentarios o en twitter, @LauER7058.

Nos leemos pronto :)

No hay comentarios:

Publicar un comentario